sábado, 4 de febrero de 2012

Iemanyá

Cada uno de nosotros tendrá aquella figura en la cual depositamos nuestras plegarias y deseos. Con algunas nos sentimos más identificados que con otras como así también sentimos que "unos" nos escuchan y acuden nuestros pedidos más que otros..Yo tengo a la mía, obviamente la DIOSA DEL MAR, a la cual se ofrende y celebra el día 2 de febrero en los países de América, del Atlántico Sur principalmente. Ella es quien, religiosamente protege a las profundidades de los océanos, representante de la fertilidad, protectora del hogar, la familia, barcos y pescadores. Dueña de las riquezas de los mares, de sus perlas, tesoros y todo aquello que viva dentro de él. 


Pero acá, hoy, el punto no es saber su historia, ni saber qué ni a quién protege, sino contarles mi experiencia y vivencias a través de esta celebración. Me voy a remontar a hace exactamente 3 años atrás, cuando por primera vez vine a este hermoso país y conocí sus playas. Fue acá donde conocí la tradición y ceremonia de este día. Celebrándose al anochecer, la gente en comunión, con tambores y bailes, velas, flores, muchas flores, danzan o caminan hacia el mar; una vez ahí, se pide un deseo, un anhelo, ALGO que quieras pedirle a Iemanyá, diosa y reina del océano. Yo obviamente hice el mío.. pero mas que un deseo, fue pedir un "permiso", sentí pedir que se me abrieran las puertas hacia el mar, que me permita entrar en él para poder trabajar.... fue como pedir autorización para entrar a un lugar inmenso, desconocido pero que tanto me atrae. Creo que así se fue dando en los últimos años, donde tuve mis comienzos profesionales y sobretodo vocacionales, estando siempre al lado del ocáeano. Donde cada vez me siento más plena y que estoy en el camino adecuado, yendo hacia lo que me hace FeLiz, sobretodo a cumplir una misión o algo importante que tengo que llevar a cabo. Y por arriba de todo, conociéndome. 


2 de febrero del 2012, tres años después, en el mismo país para la misma fecha pero con un camino ya iniciado...Obviamente quería hacer mi pequeña ofrenda y sobre todas las cosas, agradecimientos!!!! Me fui al mar a sentarme cerca de la orilla y lanzar mis pensamientos al agua. Acordándome de aquel permiso pedido, sentí que, como ella protege los océanos, me puso a mi, como a otras tantas personas, a trabajar para ella!! Siendo representantes de Su protección. Con todos estos pensamientos en la cabeza, veo entre las olas 2 cositas.... como aletas.... pero realmente pensé que era imposible!!!!!!! No me podía estar pasando taL maravilla nuevamente... PERO SI!! ME PASABA!!!! y ahí aparecieron, 2 deLFines.. entrando y saliendo del agua, con una paz... un ritmo.. que realmente se me caían las lágrimas de verlos JUSTO en ese momento... fue una tarde especial y que jamás se borrará. Luego de ofrendarla con flores y caída la noche, me retiré...


A lo que quiero llegar contando esto, es a que esas figuras que tenemos a modo de "santos, dioses" no son más que una imagen que usamos con PODER para tomarnos esos pocos minutos de concentración; donde realmente estamos conectados con nuestro SER interior, con nuestros deseos y plegarias para PEDIR QUE SE HAGAN REALIDAD!!! No es más que una "excusa" o medio para poderlo hacer!! Sea Iemanjá, la virgen de Guadalupe, la de los Milagros, San Expedito, Cayetano, María, Jesús, Dios... sea a quien sea que nos referimos otorgándole esa divinidad y tanto poder como para que nuestras plegarias sean escuchadas, es conectarse con UNO MISMO, ponerse en sintonía con el Universo, abrir nuestros canales de energía, y hacer ESCUCHAR nuestro corazón y lo que él nos pide! TODOS tenemos UN DESEO, aunque por más imposible y lejano nos parezca. Así todo, PUEDE HACERSE REALIDAD. No tengan MIEDO, ya que éste es el GRAN freno a nuestro acelerador, que es la necesidad de sentirnos LIBRES, PLENOS y el CONFIAR en nosotros mismos..... PIDAN, DESEEN, ANHELEN, SUEÑEN, tómense ésos minutos para sentirlo en el corazón y visualizarse agarrándolo!! CONÉCTENSE CON LO MAS PROFUNDO DE SU SER!!! Y SEAN FELICES!!

Afirmaciones de la Diosa
“Me entrego a la corriente de la vida”.
“Me transporto a donde necesito estar”.
“Rendirse no es abandonar o darme por vencida”.
“Pido ayuda para hacer lo que necesito”.
“Me abro a algo mas grande”.
“Me rindo a la apertura y la confianza en mi vida”.
“Fluyo en amor y en confianza”.